Rodrigo Eduardo González Guzmán (Tampico, Tamaulipas; 25 de diciembre de 1950 – Ciudad de México; 19 de septiembre de 1985) fue un músico mexicano conocido con el sobrenombre de «Rockdrigo».
Originario de Tampico, migró a la Ciudad de México en donde inició su actividad artística en 1976. A principios de los años 80 inició presentaciones cantando composiciones propias en las que usaba sólo voz y guitarra acústica en estilo folk. Junto a músicos como Jaime López y Rafael Catana, fue el principal promotor del Colectivo Rupestre, un colectivo de artistas que destacaron en el panorama contracultural de dicha época y que serían influencia para el rock mexicano posterior.
Biografía
Rockdrigo nació en la colonia Altavista de Tampico, Tamaulipas, siendo su padre el ingeniero naval Manuel González Sámano y su madre la señora Angelina Guzmán. Estudió en los colegios Federico Froebel y Félix de Jesús Rougier. Durante su infancia y adolescencia Rockdrigo se nutrió de la tradición musical de la huasteca tamaulipeca y del rock y el blues en lengua inglesa.
Concluyó su educación media superior y formó parte de varios grupos de rock en su natal Tampico. También incursionó en el teatro y la literatura.
Abandonó la carrera de psicología en la Universidad Veracruzana y hacia 1975 se fue a vivir a la Ciudad de México. Durante sus primeros años en la ciudad, formó un dueto de canto nuevo con su amigo Gonzalo Rodríguez. En 1976, Rodrigo González, Gonzalo Rodríguez y otros amigos músicos interpretaron algunas piezas originales en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Con el tiempo, Rockdrigo logró trabajar al lado de Javier Bátiz en un bar de la glorieta de Insurgentes llamado Wendy’s Pub, alternando con muchos grupos, entre ellos el Grupo Dama. Fue ahí donde lo conoció José Agustín, quien le escribió una reseña en el diario Unomásuno, en la cual declaraba: «si ya hay en el rock de México quien domine a la perfección la técnica, la cadencia y el ritmo junto con un talento para componer canciones que retraten nuestra realidad a la altura de nuestros grandes compositores como José Alfredo Jiménez o Chava Flores, no puedo más que decir que, de entrada, con Rodrigo González tenemos un rock más complejo, crítico e inteligente…»
Ya entrada la década de los ochenta, Rockdrigo, junto a artistas como Jaime López, Roberto González, Alain Derbez y Rafael Catana, fue un promotor del Colectivo Rupestre, un núcleo de artistas de importancia para el desarrollo del rock mexicano. Hacia 1984 se presentó en diversos foros patrocinado por el CREA y editó un casete de manera independiente, Hurbanistorias, que a la postre sería el único material que él supervisara.
En septiembre de 1985, Rockdrigo entabló una negociación con el productor José Xavier «Pepe» Návar, de la compañía discográfica WEA, con la finalidad de realizar un disco profesional, proyecto que nunca se llevó a cabo.
La vida de Rockdrigo y su última pareja, Françoise Bardinet, llegó a su fin con el terremoto del 85, horas después de una última presentación en ocasión del primer aniversario del periódico La Jornada. Su departamento estaba ubicado en un edificio de la calle Bruselas (número 8), en la colonia Juárez.
A su muerte, con la anuencia de su padre, don Manuel González Sámano, sus amigos constituyeron la Asociación Civil Rancho Electrónico con el objetivo de recopilar su obra y destinar a un fideicomiso las regalías que generara la venta de sus discos. Este fideicomiso tuvo como fin contribuir a la educación y manutención de la hija que tuvo con Mireya Escalante, su pareja desde los años de juventud en Tampico hasta principios de los ochenta: Amanda Lalena.
Al paso del tiempo, su hija estudió literatura en la SOGEM. De manera paralela a su trabajo como escritora, decidió hacer una carrera musical bajo el pseudónimo de Amandititita.
El rock rupestre
En noviembre de 1984 se realizó el Segundo Festival de la Canción Rupestre del Museo Universitario del Chopo de la UNAM, una serie de presentaciones de músicos pertenecientes al movimiento de rock en español en la ciudad de México, cantaurores como Jaime López, Guillermo Briseño, Roberto González, Eblen Macari, Nina Galindo, Rafael Catana, Roberto Ponce, Alex Lora (por entonces recién separado de Three souls in my mind) y el propio Rockdrigo.6
Aunque ya desde 1982 entre Jaime López y el saxofonista Alain Derbez habían organizado las primeras Jornadas de la Creación Rupestre en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, Rockdrigo fue el autor del Manifiesto rupestre, un texto jocoserio que acompañó a la difusión de la serie de conciertos en el Museo Universitario del Chopo:
No es que los rupestres se hayan escapado del antiguo Museo de Ciencias Naturales ni mucho menos del de Antropología, o que hayan llegado de loscerros escondidos en un camión lleno de gallinas y frijoles. Se trata solamente de un membrete que se cuelgan todos aquellos que no están muy guapos ni tienen voz de tenor ni componen como las grandes cimas de la sabiduría estética, o (lo peor) no tienen un equipo electrónico sofisticado lleno de sintes y efectos muy locos que apantallen al primer despistado que se les ponga enfrente. Han tenido que encuevarse en sus propias alcantarillas de concreto y en muchas ocasiones quedarse como el chinito ante la cultura: nomás milando. Los rupestres por lo general son sencillos, no la hacen mucho de tos con tanto chango y faramalla como acostumbran los no rupestres, pero tienen tanto que proponer con sus guitarras de palo y sus voces acabadas de salir del ron… son poetas y locochones, rocanroleros y trovadores, simples y elaborados. Gustan de la fantasía, le mientan la madre a lo cotidiano, tocan como carpinteros venusinos y cantan como becerros en un examen final del conservatorio.
Obra
Gran parte de su obra ha sido editada en cuatro discos por Ediciones Pentagrama: Hurbanistorias, El profeta del nopal, Aventuras en el Defe y ‘No estoy loco.7 También existen algunas grabaciones no oficiales distribuidas a través de internet: Rockdrigo en vivo en el café de los artesanos, de la cual se retomaron algunas pistas para producir sus discos póstumos en Ediciones Pentagrama y Rockdrigo en Radio Mexiquense, que incluye varios de sus temas más conocidos y una larga entrevista sobre su obra musical, su experiencia como músico callejero y sus proyectos a futuro.
José Xavier Návar, productor elegido por Rockdrigo para producir profesionalmente su primer disco de larga duración con una compañía discográfica internacional, resguarda las últimas grabaciones del compositor tampiqueño.
Discografía oficial
Hurbanistorias, (Edición independiente en caset. c. 1984).
Tras la muerte de Rockdrigo, Ediciones Pentagrama publicó los siguientes cuatro discos:
Hurbanistorias, (Ediciones Pentagrama, 1986. Reedición en LP).
El profeta del nopal (Ediciones Pentagrama, 1986).
Aventuras en el defe (Ediciones Pentagrama, 1989).
No estoy loco (Ediciones Pentagrama, 1992).
Grabaciones inéditas
Rockdrigo en Radio Mexiquense, XEGEM (1984) Grabación del programa ‘Dos hasta la Media noche’.
Rockdrigo en vivo en el café de los artesanos, Aguascalientes (1984). Grabación que sirvió de apoyo para edición de los discos El Profeta del Nopal, Las Aventuras en el DF y No Estoy Loco.
Estas grabaciones, inicialmente lanzadas como bootlegs por algunos fans del músico a través de Napster, pueden descargarse en el sitio rockdrigo.com.mx.
Participaciones
En 1983 acompañó a Javier Bátiz en el disco Radiocomplacencias con el tema Blowin’ in the Wind, original de Bob Dylan.
Web Oficial: